Así es como se llama la habitación recién maqueada para conseguir el aislamiento que ya hice en el Estudio.
Los materiales que aíslan de la calle son del mismo tipo, rastrel, y lana de roca, solo que con la experiencia del anterior trabajo.
Aquí la novedad es la pared de piedra que estaba ‘en basto’, necesitaba tratamiento para no perder arenilla, limpiar restos de yeso y, aprovechando la obra, trasladar enchufe y conmutador eléctrico a una posición más cómoda. Para ello he reciclado un trozo de tronco empotrado en la piedra que hace de caja.
También se ha aislado la puerta de dos hojas que sale al corredor, cerraba el paso, pero no impedía las corrientes de aire. He reciclado diferentes materiales de otras puertas hasta aislarla por completo.
También le he devuelto el color de madera que estaba cubierto por una pintura anterior de esmalte blanco ya en estado amarillento.
En conjunto resulta más acogedora
