Es un hecho que el entorno nos inspira y condiciona, por eso cuando algo cambia nos impulsa a cambiar otras cosas.

Siempre se dice que las casas de piedra tienen ventajas energéticas por sus anchos muros. La nuestra tiene en algunos sitios 80 cm, Este era el caso de la primera planta, hasta que se hicieron algunos cambios para ganar espacio. Se hicieron mal, se sustituyó la piedra por ladrillo, es más estrecho, pero pierde calor y son frias en invierno. Ya estaba así cuando la compramos y había muchos frentes en la reforma, aquí siempre hay algo que hacer.
Así ha sucedido en la habitación de estudio en la que, sentado, haciendo cualquier trabajo, te quedabas helado. La solución, para mejorar su eficiencia energética, ha sido cubrir la pared con lana de roca de 5 cm de grosor cubierta con suelo laminado (fibra montada sobre listones de madera).
El efecto estético ha motivado otros cambios que hacen que la habitación, aunque contiene cosas idénticas, parece otra totalmente distinta:

Había una madera embebida en la pared para resolver un problema estructural de la casa de hace años, estaba oculto bajo la pintura, aunque el relieve lo delataba. Era mejor resaltarlo y al hacerlo con color propio de la madera hacía falta algo más que casualmente cuadraba con los almohadones. Así ha encontrado su lugar el sombrero rojo, símbolo del logotipo de Red Hat, que unos amigos me regalaron.

En el lado contrario, la presencia de maderas de diferentes colores, y que es más fácil poner un cuadro, me ha permitido recolocar todo creando el Rincón de las raíces